Poco conocía de Nueva Delhi antes de visitarla. Tan sólo que era la capital de India y que tenía dos o tres lugares reconocidos por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. También me podía imaginar que al ser una de las ciudades más pobladas del mundo (actualmente es la 5) su tráfico podría ser un caos.
La verdad es que no investigué que hacer en Delhi antes de venir porque Marijke había vivido aquí durante 5 meses hacia ya un par de años. Pensé que sería mejor dejarnos guiar por su experiencia anterior. Cuando me dijo que pasaríamos sólo 3 noches aquí, me parecieron muy pocas teniendo en cuenta que no teníamos mucha limitación de tiempo, y que se trataba de la capital del país, pero en ese momento no podía imaginar lo equivocado que estaba.
Delhi es una ciudad difícil, ruidosa, caótica y poco amigable. Por su apariencia y el estado de los edificios pareciera que un día dijeron «señores, lo dejamos aquí», abandonándola a su suerte a partir de ese momento, sin darle el necesario mantenimiento a una ciudad tan sumamente poblada.
¿El resultado? Basura esparcida por todos los lugares, gente haciendo sus necesidades en la calle, olores fuertes y desagradables, animales sueltos buscando comida en cualquier rincón.

Además se trata de una ciudad muy contaminada, por lo que no te invita a salir a recorrerla plácidamente.
Pero a pesar de eso, se trata de la «Puerta de India» y es posiblemente la ciudad mejor comunicada del país, por lo que la gran mayoría de itinerarios empiezan o terminan aquí. En ese sentido me recuerda un poco a San José de Costa Rica (me refiero a ser una ciudad de paso casi obligatorio a pesar de no ser demasiado interesante desde un punto de vista turístico).
Mi recomendación es por tanto estar aquí el tiempo justamente necesario, pero si como nosotros, finalmente pasas alguna que otra noche, os dejo este otro post con algunas de las atracciones más famosas de la ciudad.
Por último, y aunque esto no es algo que sabíamos cuando estábamos en Delhi, es allí donde hemos encontrado el peor tipo de gente en toda la India (en el momento de escribir estas líneas llevamos ya casi un mes aquí).
Los conductores de tuk tuk nos intentaban cobrar 3 o 4 veces la tarifa normal (aunque tengan taxímetro siempre te dirán que está roto o que no funciona a esa hora del día). Se nos acercaba gente, en apariencia bastante amigable, para ayudarnos con las direcciones para llegar al metro y luego nos seguían para pedirnos dinero o llevarnos a alguna tienda. Hubo una ocasión en un bar en la que, aprovechando que eramos los únicos clientes en la terraza, al pedir la cuenta nos comentaron que la impresora estaba rota y sólo nos dijeron la cantidad a pagar... ¿Adivináis? Eran 1.200 rupias más de lo que habíamos consumido realmente (casi el doble).
Incluso por la desconfianza que nos generaron en una ocasión, terminamos yendo a una oficina «oficial» de turismo en la que nos dijeron que varios de nuestros trenes ya reservados estaban cancelados por las condiciones climáticas, y que los hostales que estábamos viendo tenían muy mala reputación, con el objetivo de ofrecernos un paquete a medida que incluía un conductor privado para todo el trayecto, y alojamientos previamente reservados por esta agencia. Comodidad a cambio de libertad, a un precio desorbitado. Por suerte no caímos en el engaño…
Fue en Delhi donde aprendimos algunas de las lecciones a la india.
Esto hizo que al final camináramos bastante, pero finalmente descubrimos nuestro camino, y nuestra forma de hacer las cosas!

Foto dedicada a todos los peregrinos, ellos entenderán de que hablo. Encontré una flecha en Nueva Delhi… ¿casualidad?
Por suerte Nueva Delhi es sólo la capital de India, y no el espejo donde valorar la grandiosidad de este impresionante país, que tanto nos está cautivando.

A pesar de estar acostumbrados a ver extranjeros, los grupos de estudiantes se nos quedaban mirando. Al principio con un poco de timidez, pero cuando les sonreíamos todo eran saludos y risa.
La llegada a la India me impresionó bastante, quizás por eso me impresionó tanto también su capital. Como decía al principio del post, sólo 3 días me parecieron pocos, pero finalmente fueron más que suficientes!
Nueva Delhi. Un lugar que odiaras u amaras, pero que no te dejará indiferente.
¿Y tu? ¿Conocías la capital de India? ¿o sabes de alguna otra ciudad que pudiera ser más caótica todavía?
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