ESI es una ballena de plástico, que vive en Costa Rica. Su avistamiento nos recuerda que el plástico es uno de los mayores problemas a los que nos estamos enfrentando a nivel mundial.

Hoy en día, tenemos una gran dependencia sobre este material, que está prácticamente en todos sitios, y que tras su corto uso, termina contaminando todo nuestro entorno. Desde los mares hasta las montañas, llegando al punto de que ya se están encontrando microplásticos dentro del intestino humano.

Es por tanto que como humano, buzo y amante de la naturaleza, es un tema que me preocupa. Y mucho. Por eso, antes de hablarte de la ballena, me he parado a pensar:

¿Cómo se ha convertido el plástico en un problema global tan grande y tan rápidamente?

Estas son mis conclusiones. Espero que te quedes hasta el final, y me demuestres que me equivoco al pensar qué #LaBasuraNoDaLikes.

Plástico, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Uno de los principales atenuantes de la situación actual, es que el plástico se introdujo en nuestras vidas mucho antes que la necesidad de pensar qué hacer con él tras usarlo. Y esto es algo fácil de entender.

Si lo piensas, y aunque depende un poco de tu edad, tus abuelos, y seguramente tus padres, nunca tuvieron una conciencia sobre la necesidad de reciclar. Y no es porque fueran malas personas o tuvieran falta de educación, sino por una sencilla razón: no era necesario, ya que vivían sin plástico.

Hace no tanto tiempo, para comprar algo como la leche, cereales, carne, etc… tenías que llevar tú el envase, ya fuera de cristal o tela. Y el agua y el vino de bebían en botijos y botas.

Por tanto, hemos comenzando a tomar medidas cuando el plástico ya es un problema. Según un estudio presentado por la ONU Medioambiente, el 79 % de la basura generada del plástico se encuentra en vertederos o tirada en el medioambiente y sólo el 9 % se recicla y el 12 % se incinera.

Tienda en Bali, Indonesia, en la que es imposible comprar algo que no tenga plástico

 

Cuando hablamos de plástico: ¿Es suficiente el reciclaje?

La respuesta es NO. 

La medida más popular para paliar el exceso de plástico es el reciclaje. Una medida que, a pesar de todas las leyendas urbanas y faltos mitos, es muy necesaria y efectiva. Sobre todo si sabes en qué contenedor debes colocar cada cosa. Pero por desgracia, el reciclaje solo funciona correctamente cuando hablamos de metal, papel o vidrio.

Pero cuando hablamos de plásticos, el reciclaje no es suficiente. Si investigas el motivo, llegarás a la conclusión de que la principal razón es la económica. A diferencia de lo que sucede con el vidrio o el metal, el plástico es mucho más caro y complicado de reciclar, y por tanto mucho menos rentable. Hasta el punto de que la gran mayoría de plástico “reciclado” en Europa se exportaba a China, quienes en 2018 decidieron cerrar su basurero internacional, trasladando el problema a países vecinos de Asia como Tailandia, Malasia, Vietnam o India. Países donde el plástico, al no tener mecanismos eficientes para tratarlo, se termina quemando o tirando al mar, trasladando el problema a estas poblaciones y a su medio ambiente. En la India, por ejemplo, la quema de neumáticos está asfixiando a su población.

Entonces, ¿por qué reciclamos los plásticos?

Para responder esta pregunta quizás tengamos que hacernos esta otra: ¿desde cuándo reciclamos?

Seguramente te cueste definir un momento exacto, pero es posible que fuera a raíz de que un compañero del trabajo lo comentara durante la comida, o cuando viste que en tu calle instalaron cubos de basura para diferente tipos de residuos, o puede que fuera a raíz de ver una de esas imágenes tan desagradables que últimamente son virales en las redes sociales, en las que salen animales muertos llenos de plástico.

Lo cierto es que todos somos más o menos concientes de la necesidad de reclicar. Y es que menudo el recliclaje se presenta, de forma muy superficial (e incluso cómica), como la mejor y única solución al problema:

No voy a explayarme mucho con esto (ni hablaré de la manipulación que podrías estar sufriendo para hacerte creer que reciclar es más que suficiente)… pero si lo piensas:

Una vez que depositas el envase en el contenedor correspondiente, nada te garantiza que vaya a ser reciclado.

Bidones para la separación de residuos en Ciudad de México

¿O pondrías la mano en el fuego?

Foto de playa con plástico de verde por dentro

Playa del Caribe Mexicano tomada por Verde por Dentro. Si quieres saber más sobre lo que hay detrás de esta foto, te recomiendo mucho que veas este video

Aquí te dejo un completo informe en el que se explican todos los motivos por los cuales reciclar no es suficiente. Es una muy buena lectura si te precupa minimamente el problema del plástico.

 

La prohibición, una solución a medias

Como el reciclaje, por obvias razones, no está funcionando, en muchos países está surgiendo un movimiento contra el plástico que es más que palpable. En algunos lugares del mundo, poco a poco se está restringiendo el uso de plástico de un solo uso, llegando incluso a haber propuestas de leyes que prohibirán su uso totalmente en los próximos años.  Por suerte, estas leyes están siendo replicadas rápidamente en muchos países. Lo cual es un acierto.

Sin embargo, esto significa que son las empresas están trasladando el problema del plástico (un material que ellos mismos producen) al ámbito político. Empresas que lo primero que miran es por su beneficio, y que no harán nada para revertir la situación, a no ser que se les obligue. Prueba de ello es que de las 10 empresas que generan más plástico, las dos primeras son los fabricantes de las bebidas carbonatadas que están presentes en todo el mundo, y que hacen que en algunos lugares sus bebidas sean más baratas que la propia agua, provocando una epidemia de diabetes entre las poblaciones sin recursos; y la tercera empresa es el principal grupo alimentario del mundo, cuyo actual presidente dijo públicamente que el agua debería ser considerado “como un producto alimenticio como cualquier otro, y como producto alimenticio debería tener un valor comercial”. Puedes ver sus declaraciones aquí.

Yo en cambio, defiendo esto:

Este graffiti estaba al lado de mi casa, cuando vivía en Ecuador

Por otro lado, y a un nivel más humano, hay países donde las preocupaciones son mayores a las del plástico. Países con problemáticas como el hambre o la sed, que ven como gracias al plástico, llegan productos que de otra forma no podrían recibir. Ya sea por costes o por logística.

Por lo tanto:

 ¿Debemos confiar en que estas medidas son suficientes? ¿Y qué ocurre en los casos en los que los gobiernos no quieran o no puedan aplicar estas prohibiciones?

El plástico es un problema global

Como en muchas otras problemáticas como el hambre, o la inmigración, el problema del plástico es que se está tratando de dar una solución parcial a un problema global. Un problema que afecta a todos los seres vivos del planeta Tierra. No importa dónde estés, ya que se ha probado que la plaga del plástico, a través de los mares, es capaz de traspasar cualquier frontera.

Como ejemplo podríamos nombrar el caso de la isla inhabitada de Henderson, una isla virgen declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, situada al sur del Océano Pacífico y perteneciente al Reino Unido. En esta isla, a pesar de que no viven personas, se han llegado a encontrar hasta 18 toneladas de basura apiladas en sus costas.

Esto es debido a que en estos momentos hay varias islas de plástico –algunas de ellas más 3 veces del tamaño de Francia– surcando nuestros océanos a la deriva. Y estas islas, que están creciendo a una velocidad descontrolada, pueden afectar a cualquier costa de cualquier país.

Es por lo cual que ante un problema global, tratando de ser corregido con propuestas parciales, somos los individuos los que debemos ser parte de la solución. Y cuantos más seamos mejor.

 

¿Qué puedes hacer tú cómo consumidor?

Reducir, reusar y reciclar

La única solución efectiva contra el problema de plástico es dejar de usarlo. Así de simple. Y al mismo tiempo, así de complicado. En un mundo marcado por el ritmo de comprar – tirar – comprar, puede resultar difícil, pero no hay que olvidar el poder que los consumidores tenemos a través de la demanda, el cual puede llegar a crear tendencias, para finalmente, transformar industrias.

Una de estas nuevas tendencias que creo que tenemos que apoyar son los nuevos supermercados sin plástico, que están empezando a surgir tanto en España y otros países de Europa, como por ejemplo en Ecuador, donde uno de los voluntarios que conocí en la ONG Casa do Caminho de Brasil, ha creado su propio negocio de venta de productos a granel. Uno de los primeros que hay en todo el país.

Con respecto a esto, hay un movimiento interesante que se ha iniciado, donde todo el mundo puede participar, llamado «Plastic attack»Te recomiendo que lo revises si te gusta el activismo.

En caso de que todavía no tengas una de estas alternativas cerca, siempre puedes acudir, con tu bolsa de tela, al mercado local donde seguramente podrás conseguir muchas de las cosas que necesites sin que vengan envueltas en varias capas de plástico.

Este es el mercado en el que compraba cuando estaba en Ecuador, trabajando en el proyecto #AportaTuGotaEC

Además, estos comercios suelen ser de KM0, y al comprar en ellos, también estarás favoreciendo a la economía local. Por tanto, esto es algo recomendable ya seas un viajero interesado en el turismo responsable, o un ciudadano de a pie.

Otra opción es la de tratar de evitar en lo posible consumir cualquier artículo que venga en un plástico de un solo uso. Yo por ejemplo, estoy reduciendo al máximo (básicamente a cuando no tengo otra alternativa) el consumo de bebidas que vienen en envases de un solo uso. Eso actualmente “reduce” mis alternativas cuando estoy en Europa, pero es interesante ver cómo en países como México, Costa Rica, Ecuador o Sri Lanka, una importante cantidad de refrescos y cervezas vienen en envases de vidrio que te cobran de antemano, forzándote a reciclarlos para devolverte el importe.

Dejando la parte económica a un lado, creo que la clave está en la educación y en la concienciación de la importancia que tiene, en primer lugar, reducir el consumo de plástico, evitando al máximo los que sean de un solo uso; en segundo lugar, reusarlo cuando sea posible, eligiendo materiales de calidad y duraderos aun cuando supongan un mayor coste, como por ejemplo las pajitas metálicas o de madera; y en tercer lugar, asegurarnos de que, una vez no puedan volver a ser reutilizados, los reciclamos correctamente. 

Un joven tira su basura directamente a un rio. Foto tomada en Myanmar

 

Únete a algún movimiento

Además de reducir, reusar y reciclar, un paso más allá sería el de unirte a una de las causas u organizaciones contra el plástico que están surgiendo en todo el planeta. Por ejemplo, las hay que coordinan la recogida de basuras en la playa, como Mingas por el Mar en Ecuador o Trash Hero, presente en muchos lugares del sudeste asiático. Y si todavía no existe un grupo que se encargue de esto, te animo a que crees uno.

En Marzo de 2019, como parte del proyecto #LaBasuraNoDaLikes, participamos en varias acciones relacionadas con la basura.
Esta foto corresponde a la regocida de basura en Saba Beach, Bali, Indonesia

Y también puedes estar atento, e incluso ser participe, de alguno de los movimientos que surgen en las redes sociales. Por ejemplo, ahora mismo es muy popular el «Trashtag Challenge«, gracias al cual playas de medio mundo están siendo limpiadas por gente anónima.

Si lo que buscas es una implicación más permantente, otra opción sería la de apoyar, económicamente o con difusión, a alguna de las organizaciones que están actuando a nivel global, como The Ocean Clean Up o el movimiento 4ocean.

Comprando esta pulsera por 20€, la 4ocean se compromete a recoger una libra (453 gramos) de basura del océano

 

Aunque estés de acuerdo en lo que estás leyendo, llegado a este punto es posible que te estés preguntando: “¿qué pinta este artículo en un blog llamado Vivir para Viajar?” y “¿dónde está la ballena ESI?”

Tras esta detallada exposición del problema y de las posibles soluciones, entramos en materia.

 

La historia detrás de ESI, la ballena de plástico

Y la historia comienza, como no podría ser de otra forma, con un viaje. Tras un intenso y solidario 2018, decidí repentinamente comenzar el 2019 en Costa Rica. Una vez ahí, publiqué el siguiente “mensaje tipo” que escribo en varios grupos locales de Facebook al llegar a un nuevo lugar:

Entre todas las respuestas, destacó la de Roberto, un argentino que estaba pasando las vacaciones de año nuevo en Costa Rica junto a su familia, y que tenía la idea de realizar una escultura de plástico de 8 metros de altura, con forma de ballena, para dar visibilidad a la problemática relacionada con el excesivo uso de este material (llegados a este punto, creo que no hace falta explicar nada más sobre el tema).

Como te decía en la introducción, el tema del plástico es uno de los que más me preocupa. Por eso, y como parte de mi proyecto solidario Viaja, Disfruta y Ayuda; en mis últimos viajes he tratado de realizar alguna acción con el plástico… y te hablo de hacer algo más allá de llevar una botella de agua reutilizable (cosa que también hago). Así que este fue un proyecto que captó mi atención desde el primer momento.

Un par de días más tarde, conocí a Roberto en persona, y sentí que era una de esas situaciones en las que era posible que puedas ayudar más de lo que crees. Por ejemplo, en la presentación del proyecto, que se realizó en un bar, ayudé a que pudieran poner las diapositivas en la TV, y tomando fotografías durante el evento. Y eso, solo fue el comienzo.

Roberto durante la presentación del proyecto

Pero… ¿por qué en Costa Rica?

Antes de continuar explicando el proceso de construcción, creo que es necesario explicar el por qué se realizó en Costa Rica. Para los que no conozcáis el país, cabe destacar que hay muchas razones para visitar Costa Rica, sobre todo a nivel de naturaleza y animales.

Perezoso en Costa Rica

Sin embargo, se trata de un país en el que apenas hay infraestructura para el reciclaje. Y no solo eso, sino que según diversas fuentes, Costa Rica tira al mar más de 15 camiones llenos de plástico al día.

Por ello, es un lugar perfecto para tratar de concienciar sobre el problema, tratando de involucrar a la población local.

Construcción

El proceso de construcción duró 10 días, 2 o 3 más de los que habíamos pensando en un principio. En total participamos unos 50 voluntarios, aunque fuimos solos 8 o 9 los que colaboramos más a diario.

Con el trabajo de todos, fuimos capaces de pasar de esto:

Boceto inicial de ESI

A esto:

Además de documentando los avances en las redes sociales, ayudé realizando algunas tareas manuales de las que poco o nada sabía, como hacer una mezcla de cemento o preparar y cortar los hierros que luego se soldarían para dar forma al esqueleto de la estructura.

Tras la colocación de la primera parte, publicamos el siguiente video:

El trabajo se dividió más o menos de la siguiente forma:

  • Día 1: cavar con una pala los 7 hoyos de metro y medio de profundidad en los que iría la base

 

  • Días 2 al 5: preparar y soldar los hierros, y colocar la malla que le daría forma a la ballena

 

  • Días 6 al 10: colocar los plásticos

Esta parte fue especialmente lenta, puesto que solo teníamos un andén, por lo que en la parte superior de ESI solo podía trabajar una persona al mismo tiempo.

En los últimos días se trabajó hasta entrada la noche

 

En el siguiente video, que contiene todas las stories que publiqué en perfil de Instagram de Vivir para Viajar, puedes ver la evolución de la construcción.

Una vez terminada, grabamos este otro video:

No quedó mal, ¿verdad?

La construcción se llevó a cabo entre el 9 y 18 de Enero de 2019.

Equipo ESI

Como decía, yo fui uno de los voluntarios en el proyecto, pero quiero aprovechar para nombrar a todos como muestra de agradecimiento:

  • Roberto y Luciana. La familia argentina que diseñó e impulsó el proyecto. El nombre de ESI es la combinación de los nombres de Ernestina y Sixto, hijos de la pareja, a quiénes va dedicada la ballena.


Familia, gracias por proponer el proyecto y dejarnos ser parte de él

  • Nacha y Nacho. Una pareja de viajeros argentinos que trabajaron en el proyecto de principio a fin. De hecho, acamparon en las instalaciones durante la construcción.

Nacha, gracias por tu agradable sonrisa, y por preparar los mates que nos hacían recuperar las fuerzas

Nacho, gracias por tu duro trabajo, de sol a sol

  • Marta y José Luis, una pareja italo española que reside en Playas del Coco

Marta, gracias por tu preocupación, contactos y apoyo en toda la logística

José Luis, un MacGyver de San Fernando, Cádiz. Gracias por valer para todo

  • Dylan, un joven estudiante de ingeniería ambiental, oriundo de Playas del Coco

Dylan, gracias por tu energía, tu trabajo… y por hacernos sentir más jóvenes

  • Silvia, la «becaria» de Vivir para Viajar, que reside actualmente en Playas del Coco

Aunque por cuestiones de trabajo solo pudiste participar un par de días, gracias por apoyar todas mis locuras

  • Un servidor, también soñador, que piensa que este tipo de acciones pueden plantar una semilla en la consciencia de otras personas

Gracias ESI, ayudé en todo lo que pude, y aprendí más de lo que esperaba

  • Y a todos los niños, que durante el fin de semana, ayudaron clasificando los envases que más tarde usaríamos para “vestir” a ESI

El día de la inauguración, contamos con la presencia de una fotógrafa profesional, quién además de tomar las mejores fotos que has visto en este artículo, grabó y montó el siguiente video. Gracias a ti también:

Impacto, ¿y para qué ha servido?

Nuestro objetivo, al construir la estructura, era que la gente que la viera se planteara el uso que estaba haciendo del plástico. Y nuestro sueño, es que ESI diera la vuelta al mundo.

Después de ver las publicaciones que se han hecho sobre ella, tanto en medios locales de Costa Rica, como en internacionales, creo que lo estamos consiguiendo:

De hecho, ESI estuvo presente en la charla que di durante la Quedada Viajera de Minube en FITUR (puedes verla aquí), a la que asistieron más de mil personas.

Este fue, además, uno de los momentos más fotografiados y compartidos de la charla

Aunque ya no estemos con ella, ESI sigue cumpliendo su misión. De hecho, nos avisaron de que hace poco un grupo escolar realizó una recogida de basura en la playa…

¿A qué no adivinas cual fue el punto de encuentro?

Fotos como esta hacen que todo merezca la pena

Conclusión, ¿cuánto te importa el problema y qué estás dispuesto a hacer?

El plástico es un problema global, ante el cual cada individuo puede hacer algo al respecto. Por tanto, puedes ver cómo evoluciona la situación, o intentar ser parte de la solución.

En mi caso, como ante muchos otros problemas, seguiré intentando ser de los que hacen algo. ¿Y tú?

Un par de meses antes de participar en la construcción de ESI, asistí a un evento de Turismo Responsable organizado por la aerolínea KLM en Barcelona, bajo el lema #KLMVuelaSostenible. Durante una de las ponencias, se abrió un debate sobre cuál debe ser nuestra posición, ante la huella que dejamos durante nuestros viajes. Por eso que se dice de que:

“Llévate solo recuerdos, deja solamente tus huellas”

Personalmente, antes estaba de acuerdo con esta frase, pero ahora creo que dejar solo las huellas de mis pies que se queda algo corto. Por eso prefiero dejar otro tipo de huellas, y si son hechas de plástico, tienen 8 metros de alto, y sirven para concienciar a otras personas sobre un problema que me importa… mejor que mejor.

Y este es el lugar donde descansará ESI, esperamos que durante mucho tiempo:

Ocotal y Playas del Coco a vista de dron

Gracias por haber leído este artículo tan “atípico”: 

  • Si te ha hecho pensar, te agradecería que me dejaras un comentario para abrir un debate al respecto
  • Y si te ha gustado, te agradecería que lo compartas para que llegue a más gente

GRACIAS TOTALES DE PARTE DEL EQUIPO ESI