Cuando estamos en casa, la mayoría de nosotros somos conscientes de la importancia del reciclaje, el medio ambiente, la igualdad de condiciones en el trabajo o el comercio justo de productos básicos. Pero cuando estamos en el extranjero, parece que muchas de estas lecciones se nublan en nuestra memoria. Tal vez nuestro uso de razón se ve afectado por el repentino calor, la comida picante o el hecho de que estamos «de vacaciones». Por eso, podría parecer que de repente es aceptable visitar un circo o ver un espectáculo con animales drogados, cruzar un parque natural protegido en un quad o visitar un orfanato por un día. Todo esto, sin pensar en la huella que estamos dejando o en el impacto que tenemos en las comunidades locales.
El turismo es un negocio en crecimiento y se está desarrollando muy rápidamente. Según la Organización Mundial de Turismo (UNWTO por sus siglas en inglés), este sector ha superado los indices de crecimiento del resto de sectores durante los últimos 5 años, a pesar de la crisis económica global y muchos otros retos. Solamente en Camboya, las llegadas internacionales ha crecido desde los 2.125.465 pasajeros en 2008 a los 4.210.665 pasajeros en 2013. ¡Casi han doblado el número de visitantes el 5 años! (fuente: www.tourismcambodia.org).
Quizás haya llegado el momento de pensar un poco más sobre cómo viajamos y dónde gastamos nuestro dinero. Por ello, me he propuesto el siguiente reto:
¡Dejar una huella sostenible tras nuestro viaje a través de Camboya!
Mi objetivo es:
- Enseñarte cómo puedes gastar tu dinero en negocios sostenibles que tienen un impacto positivo en la economía local (sin tener que ser más caros de lo normal). Por ejemplo, alojándote en casas de huéspedes que sean propiedad de locales, comer en restaurante que ayuden a formar a personas locales, comprar en tiendas que ayuden a que comunidades locales puedan tener unos ingresos sostenibles, etc…
- Aprender más sobre los diferentes tipos de «voluntariado». ¿Cómo sabes si el trabajo de caridad que haces está ayudando realmente a la gente? Conocemos este ejemplo: un compañero viajero nos dijo que vino con su instituto a construir una escuela en Camboya. Cada día, los estudiantes levantaban las paredes (aunque no tenían experiencia previa en construir casas) y por la noche los locales tenían que deshacer y reconstruir las paredes correctamente, para que los estudiantes pudieran continuar al día siguiente.
- Dar visibilidad a ejemplos de jóvenes emprendedores que han creado sus propias empresas de turismo sostenible.
- Buscar formas, recomendaciones y consejos para viajar de forma sostenible.
En las próximas semanas publicaré varios artículos sobre esta temática en el blog, Facebook y Twitter, conforme vaya aprendiendo sobre las complejidades del turismo sostenible.
¿Quién sabe? Puede que, además de aprender mucho, consiga inspirar a alguno de vosotros para realizar el mismo reto.
PD: Por desgracia, tras un mes visitando diferentes iniciativas y recolectando información, me robaron mi ordenador en el último trayecto de bus que hice en Camboya (entre Phnom Penh y Battambang). Por lo tanto, perdí practicamente toda la información que había conseguido, por lo que no pude publicar los artículos que estaba preparando.
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